ESPECIES de ESPACIOS de Beatriz Alonso

Espacio, tiempo y percepción.

Hablemos del todo y del concepto parcial del espacio. La suma no es el todo.
Cada percepción es distinta, es subjetiva, es incomparable con un sentido propio y desde una percepción particular, momentánea, histórica, de estado de ánimo. Incluso más arriba, más abajo, más a la izquierda o a la derecha. Nunca estática.
¿Qué es el espacio sin el tiempo? ¿Acaso el tiempo no tiene espacio? ¿Y nosotros, dónde vivimos, dónde nos relacionamos? ¿En el espacio o quizás en el tiempo?.
Espacios yuxtapuestos pero no idénticos. Mi espacio aunque cercano, mezclado, único, es distinto al tuyo. En el mismo entorno, espacios diferenciados por la inevitable subjetiva percepción.
La capacidad de percepción es parcial, nuestro sentido espacial se focaliza, se enreda y se funde en un espacio fragmentado, no total. No tenemos capacidad de percibir la totalidad que nos envuelve, no con el mismo sentimiento, no con la misma intención.
El espacio se siente como un límite impuesto por nuestros sentidos de percepción, incluso por nuestra percepción subjetiva, por los datos que nuestro cerebro añade, por nuestros conocimientos, por lo que estamos buscando en él, en realidad por motivos que no podemos controlar de forma total. A veces ni siquiera está delimitado.
Nuestros sentidos nos alertan de los límites físicos, pero no siempre es lo que vemos lo que percibimos. Los límites visibles son una parte de la percepción. En realidad lo que vemos es una mezcla de realidad y ficción. Una habitación cerrada, con un ventanuco no es un espacio común a un refugiado, a un preso, a un pensador, a cualquiera de nosotros.
 ¿Y qué es en definitiva el espacio dónde nos relacionamos?.
Para los integrantes de una tribu selvática bien pudiera ser tan solo una relación y forma de vida común a través de espacios en forma de “cubos” de mayor o menor medida. Cubos que atravesamos, que nos separan, que nos unen, que nos protegen, incluso que nos llevan sobre ruedas.
Para nosotros, la tribu selvática vive en un espacio desordenado, no organizado, cuya delimitación nos parece casi imposible, nuestra percepción no lo ve claro hasta donde es exterior y cuando comienza el interior. No comprendemos la división de clases de espacio, tan solo distingue una claramente “El cubo” de su choza.
La percepción requiere aprendizaje.
El tiempo, algo necesario para percibir el espacio. ¿O es al contrario?. Quizás no seamos capaces de percibir el tiempo y el espacio simultáneamente y eso nos obligue a tener que percibirlo de forma fragmentada.
La complejidad del espacio no depende más de la realidad que lo delimita que de la capacidad de percepción.