“Escribir:
tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva:
arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en
alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos”.
G.
Perec
De este modo concluye la obra, que no
es más que un desarrollo de las especies de espacios que encontramos a través
de nuestra existencia. Se hace un desarrollo de lo particular a lo general, de
todas aquellas pequeñas cosas que juntándose crean otra más grande. En la obra
se incita al lector a atrapar con la mirada y retener datos de todo aquello que
nos rodea, desde los espacios más complejos y extraños, a los espacios más
cotidianos y que estamos familiarizados a ver. Se busca una visión más
particular del espacio, para entender mejor todo lo que nos rodea.
Como conclusión, el autor busca
espacios imperecederos, que no mueran con el paso del tiempo, que no sean
inútiles, contándolo todo ello a través de la escritura y el propio desarrollo
de su vida. Se nos permite investigar y descubrir qué es un espacio.
En este aspecto tiene mucho en común con
lo visto hasta ahora en el curso, ya que se hace un viaje desde el estudio de
las partes más pequeñas hasta el conjunto de las mismas. En la obra se hace el
estudio del espacio desde el propio y estrecho cuarto del escritor, hasta el infinito
espacio todavía en expansión… En la asignatura se ha hecho de un modo paralelo,
se han visto los materiales y cómo están formados, llegando así hasta lo que la
unión de los mismos forma.
“En resumidas cuentas, los espacios se
han multiplicado, fragmentado y diversificado. Los hay de todos los tamaños y
especies, para todos los usos y para todas las funciones. Vivir es pasar de un
espacio a otro haciendo lo posible para no golpearse”.
G. Perec