El aire se mueve por el interior de un muro perforado directamente sobre el sistema radicular de las plantas, una serie de mini-ventiladores están situados estratégicamente para mejorar la ventilación. Esto permite a los rizomas de las raíces digerir las toxinas del aire, la absorción por las raices no solo es mucho más efectiva sino que además evita que la planta se vuelva tóxica.
Los módulos están fabricados de plástico y su forma permiten optimizar el aire que alcanza a las raices utilizando el mínimo material, además constituye un elemento atractivo para situar las plantas.
Según sus creadores el sistema puede instalarse en grandes interiores comerciales, pero funciona especialmente bien en pequeños apartamentos donde una fachada de cuatro módulos puede crear el mismo efecto que proporcionan unas 800 y 1200 plantas de interior.
