El “Museo
de Arte Contemporáneo” de SANAA es un complejo de siete pisos (8 niveles
estructurales) situado en plena intersección geográfico y cultural de Nueva
York. El edificio se eleva 174 pies por encima del nivel de la calle y se
desplaza en diferentes direcciones a partir de un eje central. La finalidad
reside en la presencia de dinamismo y luz natural (captada por tragaluces) que
penetra en el interior.
Cajas, pila escultórica… a fin de cuentas,
una arquitectura al mismo tiempo delicada y poderosa, fluida y precisa,
ingeniosa e inteligente.
Maquetas originales
Plantas
Secciones
A fin de soportar el peso de la “Torre-Museo”,
la cimentación se enterró unos 60-80 pies por debajo de la superficie de
Manhattan. La estructura del nuevo museo fue todo
un reto para los ingenieros; el escalonamiento de las piezas planteaba
problemas de carga para controlar los fuertes vientos laterales. La delgadez
del núcleo de acero fue crucial.
Cargas gravitatorias
Resistencia carga lateral
Desvío-Fuerza axial
Momento fuerza-Fuerza cortante
Conformado
ya el esqueleto del edificio y habiendo resuelto todos los problemas que
supuso, el siguiente paso fue el de crear una envolvente que respondiese a las
aspiraciones de apertura, ligereza y dinamismo. A modo de Cajas erguidas por pilares y perfiles de acero, en este caso, se
levanta el espacio arquitectónico.
Proceso en obra de construcción de la estructura
Una pantalla expandida de aluminio
conforma la piel exterior del anti-monumental edificio, permitiendo grandes
vistas desde dentro, juegos de luz y, creando un efecto desmaterializado.