“Nada nos llama la atención. No sabemos ver.”
Georges Perec (Cap. La calle, pagina 85)
Las ciudades están divididas por fronteras, Perec define las fronteras, como líneas imaginarias que separan un país de otro. Estas líneas no solo separan países sino también culturas, idiomas, formas de hacer las cosas, formas de vivir…y lo que es también formas de entender un espacio.
A lo largo de nuestra vida hemos ocupado el espacio, pero ¿Alguna vez nos hemos fijado detalladamente en cada elemento que nos rodea? ¿Realmente es necesario ser detallista con lo que nos rodea ó simplemente es suficiente con empezar a observar, ver y entender? Georges Perec propone observar nuestro alrededor, observar espacios cotidianos, espacios que no reciben toda nuestra atención. Según Perec, somos nosotros quienes realmente delimitamos el espacio, es decir, nosotros creamos el espacio y sus límites. Cuestiona el que pasaría si nuestras viviendas no tuvieran puertas, no estuvieran divididas totalmente de lo privado con lo público, lo cual ante esto creo, haríamos lo posible por poder crear un espacio claro de separación entre lo domestico y el mundo, y estuvieran o no las puertas la intención de separarlos es clara
¿Todos los espacios son funcionales? Al observar el espacio, nos damos cuenta de que cada elemento está en su lugar por algo. Fue diseñado y construido para algún fin concreto, incluso el material con el que fue construido, fue diseñado con ese material porque conviene a si al objeto. Pero esto ¿ siempre es a si? Es decir ¿Todo el espacio (o objetos) construido tiene un fin o una utilidad? Una persona puede convivir en un espacio mínimo, siempre y cuando disponga de los elementos indispensables cotidianos, como una cama, cocina, mesa, silla, aseo…un espacio habitable. ¿Estamos realmente bajo un modelo tipo de vivienda? Ó ¿Lo vemos de esta manera porque siempre hemos ido creando los mismos espacios? Apartarnos de un modelo tipo, puede ser un tanto difícil, ya que las necesidades del ser humano para convivir han sido ligadas bastante al tiempo. Hoy en día, tenemos dos viviendas tipo, una de planta dividida por cada uno de los espacios, la cual está limitada, y otra de planta abierta, donde el límite entre espacio y espacio no se encuentra, solo se encuentra entre la vivienda interior y el exterior. Al igual que la casa, la calle, también está formada por una serie de constituyentes, calzada, acera, farola, semáforo, parada, papelera, bancos…los cuales si no están, la calle posiblemente no funcione como calle. Si no hubiera acera, no hubiéramos entendido el límite para los peatones, hubieran desaparecido las calles, y todo serian autopistas de carretera…Lo mismo ocurre en el caso viceversa, hubiéramos tenido que ir siempre andando, porque las calles no están preparadas para abarcar a los peatones y los vehículos, podemos referenciarnos de esto a través de las antiguos cascos árabes, los cuales, además de ser tan estrechos, solo están preparados para recoger a los peatones.
Lo que si podemos deducir del libro de Perec, es que hay un factor común entre todos los espacios, y es que todos están definidos por el ser humano, es decir, ¿Qué sentido tendría una cama “espacio rectangular más largo que ancho (Georges Perec)” si no fuera a ser ocupada por el hombre? O ¿un espacio como el aseo si tampoco lo emplearía el hombre?...De esta manera podemos decir que el espacio es dependiente del hombre…Aunque si tratamos de imaginarnos al hombre en un cubo cerrado de hormigón, poco puede hacer el hombre ya que no puede llevar a cabo sus necesidades, de esta manera, deducimos que tanto el hombre como el espacio son dos configuraciones totalmente ligadas entre ellas.