Antes de dar paso a la reflexión sobre los conceptos que nos menciona Perec en esta obra, resulta indispensable indicar un elemento en común que tienen todos y que los convierte en conceptos personales según cada individuo, la percepción.
La cama, es probablemente el concepto más “básico” y el más fácil de transformar en una imagen dentro de la cabeza, ya que inmediatamente lo asociamos con características muy definidas simplemente con el significado de la palabra, sin embargo su ubicación dentro de cualquier proyecto y el como estemos situados en ella nos dará perspectivas y apreciaciones diferentes sobre cada elemento que le rodea. El suelo y el techo no podrían apreciarse igual estando encima de una cama o debajo de ella, la percepción del cielo o de la propia Capilla Sixtina no sería igual desde una cama. La habitación, cuya delimitación por diversos componentes (puertas, ventanas, paredes), materiales y colores influirán en el desarrollo de las actividades dentro de la misma, la elección correcta de estos componentes pueden permitir que el usuario realmente disfrute con la esencia de los materiales sin necesidad de “disfrazarlos” con cuadros y otros elementos para esconderlos como menciona Perec , no obstante esta situación puede resultar utópica, ya que el ser humano tiende a personalizar los espacios especialmente cuando se trata de algo tan íntimo como puede ser una vivienda. Jamás será igual la sensación de una habitación realizada con madera que alguna que este acristalada en su totalidad.
A partir de este punto los siguientes conceptos se deben tratar en diferente escala (refiriéndose a la magnitud), ya que no dependerán únicamente de un espacio interior, sino que estarán influenciados directamente por elementos urbanísticos a tener en cuenta, el inmueble y la calle repetidamente nos llevan a pensar en el concepto de barrio, es indispensable tomar en cuenta costumbres, tiempo, ubicación, etc. a una gran escala para poder llevar a cabo con éxito la elección de los elementos que lo constituyen, no será igual realizar un proyecto de viviendas en Dubái o en el centro de Paris, partiendo que tienen características muy diferentes. Esto puede ser un error que existe actualmente con arquitectos contemporáneos que llevan la “marca” de sus proyectos a diferentes puntos del planeta sin tener en cuenta el entorno que les rodea, por ello resulta interesante realizar los ejercicios que comenta Perec respecto a la descripción y observación minuciosa de nuestro entorno. La ciudad y el campo, son 2 conceptos que a simple vista parecen ser opuestos debido a que las actividades que se realizan en una u otra son muy diferentes, como indica en este apartado, para muchos el campo parece ser un espacio de recreación y un espacio de transición entre ciudades a través de una autopista, sin embargo podemos reflexionar que el hecho de que haya gente habitando en el, implica que hay usuarios que hacen ciertos “itinerarios” que requiere habilitar/adecuar espacios, ciertamente muy distintos a los de una ciudad, sin embargo también es cierto que el continuo desarrollo nos aleja cada vez más de la utopía campestre. Respecto al país, el mundo y Europa la reflexión mas importante puede ser la conciencia de la extensión y variedad que existe de pensamientos, materiales y necesidades en una extensión geográfica tan amplia como los continentes y el planeta que será imposible recorrerla en su totalidad, mas no por ello dejará de cautivarnos la forma en la que se proyectan los espacios en cada sitio. Finalmente el espacio, el concepto que implica una mayor responsabilidad por parte de quien lo diseña, evitando que pase a un amplio listado de sitios inhabitables existentes y cuyo fin último puede considerarse como un elemento que funcione y se adecue a cualquiera que este influenciado directa o indirectamente por el (arquitectura sostenible) y cuya complejidad comienza desde el trazo de la primera línea recta y termina con la responsabilidad de haber plasmado un proyecto que el tiempo se encargará de juzgar.