Espacio... una simple palabra pero con mucho significado en nuestro entorno y en nuestra vida. El espacio compone todo aquello que nos rodea desde nuestro lugar o zona más íntima a la más común y visitada por todos. El espacio está siempre presente en nuestra vida aunque sea modificado o alterado, y nunca deja de ser espacio.
Por ejemplo, una casa cuando comienza se encuentra en bruto pero ya posee y se le otorga un espacio. Posteriormente ese espacio es decorado al gusto del que va a vivir allí, con lo que ese espacio se ve alterado o modificado pero sigue estando, aunque con dicho cambio también cambia nuestra percepción y sensación en él. El espacio es amueblado a gusto del que va a habitarlo, con la intención de estar cómodo y a gusto en él.
Al igual que el ser humano crece y evoluciona, de bebé a niño, adolescente, adulto, los espacios que dicho ser conoce, también se ven incrementados a medida que crece o se mueve, por ello se podría decir que tiempo y espacio van vinculados. A medida que el tiempo pasa y se ve modificado también con él se ve alterado el espacio.
Por ello, los espacios son tan importantes porque pasamos la vida en ellos, con lo cual los ocupamos día a día, los recordamos, ya que nuestros acontecimientos importantes siempre habrán pasado en algún lugar y para ubicarlos o situarnos nos servimos de ellos. Pero al estar tan en contacto con ellos, el ser humano acostumbra a clasificarlos, a agrupar las cosas de tal modo que nos fijamos en las semejanzas entre unos y otros dejando que nos pasen desapercibidas las diferencias, e ignorándolas.
El ser humano para explicar o describir algo intenta dominarlo y lo realiza a través de la clasificación, a modo de agrupación y de catalogación. “El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo; nunca es mío, nunca me es dado, tengo que conquistarlo” (George Perec. Especies de Espacios, 3º Párrafo, Pág. 139).
¿El espacio tiene límites? ¿Se puede delimitar? El hombre como buen clasificador pone límites a sus espacios creados, con el afán de controlar, pero, ¿y los que no son alterados por él tienen límites? Realmente el espacio no tiene más límites que los que los seres humanos le ponemos. Nosotros decidimos nuestras guías para delimitar o para clasificar algo.
Según lo define George Perec, en el último párrafo de la página 123, el espacio es aquello que nuestra mirada es capaz de ver hasta que topa con un obstáculo.
De modo que en lo referente a espacios arquitectónicos, nuestros límites y los obstáculos de nuestra vista que menciona Perec, son esos sistemas que hacen posible su construcción (paredes, tabiques, muros, pilares,…)
Centro Pompidou (1970- 1977) Renzo
Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini.
Centro Pompidou (1970- 1977) Renzo
Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini.
Centro Pompidou (1970- 1977) Renzo
Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini.